Informar o no informar
Jaime Septién
El parte diario de la violencia por el narcotráfico está adquiriendo visos de parte de guerra. Y como tal, el público se va acostumbrando a leer el número de bajas, de heridos, de “daños colaterales”. También, a cancelar rutas, movimientos, viajes. El síndrome de la inseguridad está apoderándose, rápidamente, de las familias mexicanas que nada tienen que ver con el narco. Aumentan celulares, blindados, plumas en los fraccionamientos, personal de seguridad… Gastos que, la mayoría, no pueden hacer. La seguridad, da la impresión, es pagable por unos cuantos. Seguir Leyendo




