Las sombras nos asedian
La tragedia por el Covid-19 y sus consecuencias en el conjunto de la triste catástrofe sanitaria solo puede narrase acudiendo episodios del Apocalipsis o el Infierno de Dante.
La tragedia por el Covid-19 y sus consecuencias en el conjunto de la triste catástrofe sanitaria solo puede narrase acudiendo episodios del Apocalipsis o el Infierno de Dante.
Algunos escribirán en torno a su trayectoria como médico, investigador, político oficial y demás rasgos de su biografía, a lo largo de 95 años de vida; quiero comentar algunos de los momentos que tuve ocasión de actuar durante su rectorado.
Las “izquierdas” que apoyan al gobierno llamado de la Cuarta Transformación, no tienen elementos sólidos o siquiera promesas de cambios sociales y políticos que ameriten su creciente fanatismo pro AMLO.
El presidente fue aún más irresponsable, al afirmar que en el Movimiento del 68 los estudiantes estaban infiltrados y ahora las feministas también. No debemos olvidar que esa fue la “tesis” del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, para justificar la brutal represión del 2 de octubre en Tlatelolco.
Todo ello bajo el canto de sirenas de “combatir a la corrupción”, flagelo producto del neoliberalismo, sin ofrecer programa alguno para combatir las raíces de la desigualdad, la violencia, la pobreza y conducir al país por un camino de cambios.
Cuando empezaron a ocurrir tantos episodios bananeros, algunos analistas consideraban que en un país como México era imposible que eso tuviese alguna viabilidad.
Nunca será impertinente insistir que haber puesto en manos de militares, la seguridad pública, expone a la sociedad a ser víctima de los métodos violentos, que emplean por definición las fuerzas armadas.
Durante los últimos seis meses, desde el primer caso de contagio del Virus Corona, Covid-19, el gobierno ha reiterado “vamos bien”. Mientras en la realidad, el 1 de septiembre se registraron 65 mil 241 muertos.
El presidente sigue diciendo que hemos logrado “vencer a la pandemia”, “hay camas suficientes” para atender a los pacientes”. Dijo que el Covid-19 “nos cayó como anillo al dedo”.
Sus voceros usan las prácticas del Big Brother sin el menor rubor, usando las oficinas gubernamentales para orquestar campañas contra los críticos o incluso los que, desde sus propias filas, se atreven a denunciar atropellos en Notimex.
Parece que esa es la conducta que prevalece ante los actos del poder, casi único, encarnados por el presidente. Por eso nos dice sin recato alguno, México era un narco Estado, porque “sin prepararlo, ni planearlo le salió decir” durante la mañanera.
Todo lo anterior se convirtió en un poderoso atractivo para decenas de miles de “sobrevivientes del naufragio”, que evadieron problematizar y preguntarse las causas profundas que produjeron el “derrumbe del socialismo realmente existente”.
Además de la influencia del nacionalismo, los obreros y el conjunto de los sectores populares, han padecido la manipulación del poder, tanto del Estado como las clases dominantes y eso ha favorecido su debilidad política, cultural e ideológica.
En esa agrupación había figuras del movimiento católico, como José Antonio Echevarría. Jóvenes dirigentes de los campesinos como Camilo Cienfuegos. También estaban dentro del Movimiento 26 de Julio, algunos comunistas como Raúl Castro.
Ya, César Duarte y los que se “acumulen ésta semana”. Las entretelas de los procesos contra los corruptos más vulgares de los sexenios anteriores, pueden favorecer a los eternos “gargantas profundas” , que acuden al mercado a vender sus “exclusivas filtraciones”.
Además, en el caso de México y los mexicanos “hay muchos agravios” que vienen de mucho tiempo atrás, como le dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador a su “amigo” el presidente de los Estados Unidos Donald Trump.
Sin olvidar a los grandes caricaturistas Carreño, que elaboraba portadas inolvidables y Eduardo del Rio Rius, entre otros. Leer Siempre era un privilegio por su carácter de Foro de Diálogo.
24 meses después y con más de un año y medio de gobierno, es más vigente que entonces reiterar lo escrito entonces: Curiosamente a muchos fanáticos de AMLO, les disgusta ese triunfo democrático.
Escribo algunos comentarios derivados de mi militancia comunista (1963-1981) compartiendo algunas reflexiones de pensadores que también tuvieron militancia comunista.
Es muy preocupante que el mismo presidente afirme que éste “documento” se lo entregaron al gobierno “gente del pueblo”, está implícita una política de fomentar la delación.