¿Atrapados sin salida?
Las oposiciones electorales a la 4T, han sido incapaces de construir un compromiso histórico con las fuerzas ajenas al gobierno, partidarias de un viraje en favor de los oprimidos.
Las oposiciones electorales a la 4T, han sido incapaces de construir un compromiso histórico con las fuerzas ajenas al gobierno, partidarias de un viraje en favor de los oprimidos.
El feminismo, en todas sus variantes, consiguió algo fantástico: mostrar la soledad del presidente amurallado por bardas metálicas, para impedir una “conjura” para derribarlo del gobierno.
Revoluciones triunfantes como las del principio del siglo XX en Rusia, México y las de mitad de siglo en China, África, Asia y la llamada América Latina, que después se convirtieron en pesadillas dictatoriales en la URSS, el centro y este de Europa.
La enésima exhibición de obscenidad y quiebra y decadencia del Estado, el gobierno, los partidos y los cientos de casos de acciones violentas de los grupos criminales; sin olvidar las acciones violentas de la Guardia Nacional y las fuerzas armadas contra las comunidades campesinas.
La propaganda no es un asunto de pueblos buenos y/o tontos, su eficacia es indiferente al nivel de desarrollo de los países donde se utiliza, como lo demuestra la fuerza de Trump en los Estados Unidos
La reelección de diputados y alcaldes hace posible que un porcentaje muy grande de los actuales integrantes de la Cámara de Diputados, se presenten como candidatos por enésima ocasión.
Los presidentes tuvieron la capacidad de aprovechar esa hegemonía, ese “discurso”, esa “narrativa” (como dicen ahora los “intelectuales”), para ostentarse como portadores de los intereses de LA NACIÓN (así con mayúsculas).
Poco importa recordar que hace unos meses el presidente ofreció que su gobierno garantizaría la vacunación universal y gratuita a los 126 millones de mexicanos que viven en territorio nacional.
La demagogia ha sido posible gracias al fracaso de las opciones partidistas. Hay un rechazo a nivel planetario a los políticos y sus partidos. También ese desprestigio afecta a la política misma y específicamente a la democracia.
Los niveles de posibles actos de corrupción, de los que nos enteramos por medios públicos, incluidos los que divulga el mismo gobierno son innumerables y parecieran parte de estrategias de campaña en contra de la llamada Cuarta Transformación.
Los tres sufrieron prisión por varios años, por el “delito” de opinar críticamente y difundir sus ideas contra la dictadura de Castro.
La condena a los opositores era algo cotidiano. Eso repetían todos los periódicos, todas las estaciones de radio y los canales de Televisión. Salvo espacios en la Revista Siempre.
Los habían casi linchado el 1 de enero de 1970. Por un mínimo de lealtad, de fraternidad y de encabronamiento mi lugar estaba en México peleando por su libertad.
De esa manera es posible practicar una política contraria a los postulados con los que consiguieron obtener una amplia aprobación a sus promesas, a las que dejaron al lado en cuanto empezaron a gobernar.
La inmensa tragedia por la pandemia se considera muy grave por la OMS. Los responsables de combatirla voltean al otro lado y nos responden “ese llamado de atención de la OMS no es para nosotros, es para el país” (sic).
En su denominado 4° Informe, aunque moderó su tono agresivo contra la “oposición” y celebró su existencia como parte de la democracia, realizó un ejercicio de auto elogio muy preocupante.
Castro consiguió, lo sigue haciendo después de muerto, convertir al imperialismo yanqui en el culpable de todas las precariedades materiales de la Isla y también de la justificación de las limitaciones a las libertades.
Estamos ante un fenómeno de ese tipo con la detención del General Salvador Cienfuegos, ex secretario de la Defensa Nacional, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. Esta detención ocurrió el 16 de octubre pasado en los Ángeles, California.
Mientras se producen éstos fenómenos en el ámbito de agrupaciones que intentan unir sus fuerzas para dar la batalla política en el marco institucional e incluso electoral, ocurren diariamente hechos de violencia cada vez más salvajes.
Uno de los resultados perversos de esa polarización electoral, es paradójicamente, que no corresponde siempre a una división social, étnica, cultural, de género, de orden generacional.