Suben salarios; baja huachicoleo
Con los nuevos salarios de 2019 (en nuestra frontera norte de $176.72 diarios; y en el resto del país $102.68) se sigue engañando a los mexicanos.
Con los nuevos salarios de 2019 (en nuestra frontera norte de $176.72 diarios; y en el resto del país $102.68) se sigue engañando a los mexicanos.
2018 está en los estertores de su ansia agónica; trajo sorpresas que aún no estallan o aún no germinan.
El simple dar desarrolla pordioseros, pero no expande la producción ni hace justa la distribución de la riqueza.
“Mi pueblo me es leal”: Trump; “las torturas y las ejecuciones deben autorizarse por la Constitución”: Bolsonaro; “ante mi comandante Chávez no dudé ni un milímetro de segundo”: Maduro; “la Suprema Corte se equivoca”: AMLO
Si termina eficazmente con la corrupción y la inseguridad, la gran esperanza que ha generado quedaría satisfecha.
Hoy el federalismo tiene raíz y prestigio, y con sus altas, y más con sus bajas, está infatigable, y como oposición será triunfante.
La Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió, en Ejecutoria, que la Ley de Seguridad Interior es inconstitucional.
La iniciativa para limitar comisiones bancarias ya no va para delante. Andrés Manuel ha descartado cambios próximos en esos cobros.
Aseveración de Solalinde provocó una reacción adversa en quienes vieron y escucharon el rápido juego de preguntas y respuestas.
“A mis adversarios les digo que se vayan acostumbrando porque cada vez que sea necesario, cuando se amerite, va la consulta”.
La consulta “democrática al pueblo” para que decida sobre los aeropuertos es tan ridícula como ilegal.
El calentamiento del planeta, en lo físico, es un gravísimo problema. A ello se está agregando el calentamiento económico.
López Obrador tuvo una ocurrencia: “paguemos 4 veces más por el maíz, para disuadir el cultivo de amapola”.
Al gobierno mexicano se le hizo bolas el engrudo; y, ahora, hay que recomponer con inteligencia, sin olvido y sin perdón.
Asegurar que en una democracia representativa el pueblo es el que manda directamente, el que decide, y sabe de todo, es un grave error.
¡Honremos sus cualidades!, pero desechemos sus defectos, semillas de la inseguridad, bancarrota y corrupción del México actual.
El precepto ético o moral es solo deber, ante el que no hay nadie que pueda obligarnos a cumplirlo.
Confesaron su falta de vocación, exhibiéndose como lacayos del presidente electo López Obrador.
Caminaron juntos, se hicieron reconocimientos mutuos, se dieron la mano, intercambiaron sonrisas.
Llevar a supuesta consulta “democrática” nuestras graves dificultades para su resolución a mano alzada, es la estulticia demagógica de un pícaro audaz.