Cuando se suda demasiado
Sudar excesivamente además de que es incómodo, es penoso para quien lo padece y hay que agregar que puede ser una gran limitante en diversas actividades cotidianas como convivir con personas, vestirnos con ciertos colores o prendas, participar en situaciones que nos exijan alto grado de esfuerzo, que incluyan una dosis de estrés o incluso dejar de asistir a lugares por miedo a la sudoración extrema. Ya no es necesario padecer, ni limitarse hay una alternativa, es sencilla, rápida y no duele.





















