Autorregulación y reducción de conceptos
Fueron reconocidos jurídicamente como simples engranes del circuito de acumulación de capital y no como ciudadanos con derechos comunicativos constitucionales.
Fueron reconocidos jurídicamente como simples engranes del circuito de acumulación de capital y no como ciudadanos con derechos comunicativos constitucionales.
Se impidió que las audiencias pudieran contar con herramientas informativas más maduras y elaboradas para formar públicos críticos.
La preocupación de Siempre!, como la de muchos medios de comunicación, tiene que ver con el futuro de la prensa libre.
El IFT quedó capturado por los poderes fácticos mediáticos que buscan subordinar o anular su autonomía.
Se impusieron los intereses mercantiles de los propietarios de los medios electrónicos en el corazón del proceso de la comunicación colectiva.
Las audiencias perdieron sus garantías comunicativas ciudadanas y quedaron como meros consumidores.
La alianza entre gobierno, partidos políticos y grandes empresas monopólicas lograron la modificación de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión.
El Senado no protegió a los ciudadanos de las prácticas abusivas de los concesionarios en materia de garantías comunicativas.
Madrid.- Noticias falsas las ha habido siempre, de la mano de la ignorancia en ocasiones y casi siempre del interés. Colar una mentira puede ser crucial para apuntalar una trayectoria académica, política, económica o, en términos generales, social. El fundamento queda claro: si cuela, cuela. Y cuela muchas veces. Ahora a las mentiras generalizadas las Seguir Leyendo
Lo que se tejió fue la construcción de un nuevo orden jurídico a modo para consolidar todavía más los enormes privilegios de los oligopolios de la información.
El Estado protegió los intereses de los grandes monopolios de la radiodifusión.
Nunca se había visto y escuchado a tantos políticos y parlamentarios preocupados por unos lineamientos de defensa de los derechos de audiencias.
Se debe diferenciar con claridad la información noticiosa de la opinión de quien la presenta.
Razón suficiente para que tales industrias se apeguen rigurosamente al cumplimiento de los principios de los derechos humanos.
Julia Cagé
Los emisores de comunicación colectiva tienen responsabilidades fundamentales que cumplir frente a sus audiencias.
Recibir contenidos que incluyan información sobre acontecimientos de carácter político, social, cultural, deportivo de interés general.
Si bien, abren muchas posibilidades narrativas y de gran alcance, el reto es “encontrar mecanismos para que se puedan rentabilizar esos espacios”.
Los concesionarios de radiodifusión o de televisión o audio restringidos deberán expedir códigos de ética para proteger los derechos de las audiencias.
El Estado está obligado a informar cómo se va a renegociar la cultura y las comunicaciones ante el nuevo Tratado de Libre Comercio.