Mala alimentación y sedentarismo también afectan el corazón

La información del organismo internacional señala que entre los factores de riesgo de este tipo de padecimientos están una mala alimentación, inactividad física, consumo de tabaco y alcohol, hábitos que terminan por traducirse en hipertensión, hiperglucemia e hiperlipidemia, además de sobrepeso y obesidad.

Restricción calórica mejora funcionamiento cerebral

El estudio publicado en la revista científica de la Universidad de Oxford Cerebral Cortex y consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), logró vincular la pérdida de peso, a partir de reducir la ingesta calórica, con el aumento en la velocidad de procesamiento, capacidad de aprendizaje, memoria retrasada, funciones ejecutivas, reducción de la depresión, así como cambios estructurales y funcionales del cerebro.

Obesidad reduce calidad de leche materna

El artículo publicado en el sitio web de la Escuela de Medicina de Harvard y consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), sostiene que hay diferencias en las características moleculares de la leche materna entre una mujer con un índice de masa corporal promedio y las que tienen sobrepeso y obesidad

El desperdicio de alimentos, una amenaza latente para el desarrollo sostenible

Respecto a la razones de por qué esta problemática se incrementa, especialistas basados en el informe “Foodwaste: Hábitos de aprovechamiento de la alimentación en los españoles” señalan que son los millennials la generación que tiene una tendencia mayor a desperdiciar los alimentos en comparación con los baby boomers.