Obama tira el muro Cuba-EU
Lo que era impensable hace 50 años, hoy es posible. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha elegido la normalización de relaciones con Cuba como epílogo y coronación de su mandato.
Lo que era impensable hace 50 años, hoy es posible. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha elegido la normalización de relaciones con Cuba como epílogo y coronación de su mandato.
Ésta es la primera vez en la historia electoral de Estados Unidos que México se convierte en el centro de las campañas para ganar la Casa Blanca.
Mientras los enemigos y adversarios de Andrés Manuel López Obrador han recurrido, durante años, a todo tipo de recursos y artimañas para destruirlo, a su hermano, Arturo López Obrador, le bastó una sola palabra para desenmascararlo: “Mi hermano —dijo— es un tirano”.
Si a esta hora, el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, sigue en el cargo es porque quien, o quienes tienen la facultad de pedirle la renuncia, no está haciendo un cálculo político correcto de lo que significa y va a significar a mediano y largo plazo mantenerlo en el poder.
Juan Pablo II era un papa mediático; Francisco —como latinoamericano— es un papa activista. Es importante tener clara esta diferencia para entender el papel que uno y otro quisieron asumir.
La mafia no quiere al papa Francisco, y no precisamente la siciliana o la del crimen organizado mexicano, sino la que ha construido el alto clero.
Los partidos ya politizaron la discusión y aprobación del mando único policial.
No es al PRI a quien no conviene la alianza PAN-PRD. Es el PRD quien, sin darse cuenta, se desfonda y pone a México en manos de una izquierda autoritaria y destructiva como la de Andrés Manuel López Obrador.
Lo que hoy vive el mundo es una guerra. Una especie de tercera guerra mundial, no armada, de carácter económico financiero en la que sólo habrá 62 sobrevivientes.
Quitemos la parafernalia y las candilejas a la detención del Chapo. Lo importante en la recaptura de Joaquín Guzmán Loera no es la entrevista que le hizo el actor Sean Penn, tampoco el flirteo y negocios del capo con la actriz Kate del Castillo.
¿Qué necesita suceder para que los partidos y la sociedad entiendan que no es lo mismo saber dar patadas a una pelota en una cancha de futbol que gobernar?
La oposición —PAN, PRD y Morena— siempre ha acusado al PRI de ser un partido vertical y autoritario, con una cultura política caciquil y presidencial que no admite otras expresiones.
Tuvieron que pasar 190 años para que México tuviera una secretaría de cultura. El primer intento de crear una institución cultural se dio en el México independiente, cuando el presidente Guadalupe Victoria fundó el Museo Nacional de México.
Después de que el Senado de la República aprobó el nacimiento de la Ciudad de México como estado 32, lo importante es lo que viene.
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) encargado de investigar por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ha perdido credibilidad.
Los candidatos a ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que comparecieron la semana pasada en el Senado para sustituir a Juan Silva Meza y a Olga Sánchez Cordero están para llorar.
No haría daño a la democracia que un “tucán” fuera a dar a la cárcel. Ya es hora de sentar jurisprudencia para que los partidos entiendan —todos, sin excepción— que ya no pueden seguir burlándose de la ley, ni utilizar a los ciudadanos para acrecentar su negocio político.
“Me da tristeza ver a México tan descompuesto y a la deriva”, afirmó Fernando del Paso, Premio Cervantes 2015, mexicano de corazón, y literato que aspira a ser historiador, según su frase cargada de ironía.
El presidente Enrique Peña Nieto fue claro: dijo que, en lo personal, estaba en contra de la legalización de la marihuana, pero abierto a un debate en el que participen especialistas para determinar las consecuencias de su consumo.
Tal vez el destino me alcanzó y estoy incapacitada para entender que se trata de una medida vanguardista.