2018… incertidumbre, carestía y hastío
El antiguo régimen parece quedar intacto, cambian sólo nombres.
El antiguo régimen parece quedar intacto, cambian sólo nombres.
Estos temores de la calle podrían convertirse —espero firmemente que no— en una montaña que amenazara con sepultarnos en este año 2018.
Eurasia sobre los principales riesgos incluye a nuestro país y augura será un mal año para México y el mundo.
El 2018 será el año del perro, según el calendario chino, y la figura de la perrita rescatista Frida, se vende como amuleto en el mercado de Sonora.
Por más duro que haya sido 2017, hoy llega a su fin e iniciamos uno nuevo, 2018.
Una nueva mayoría política no puede sostenerse sólo con la rabia y la indignación. Pero por ahí se empieza.
Aun la fraternidad es una utopía, pero un mundo sin ella sería un planeta sin alma.
La enorme desigualdad, el crecimiento exponencial de la pobreza y la concentración de la riqueza en una ínfima minoría nos acercan a un estallido social.
Las apuestas están hechas, el único ausente es el ciudadano de “a pie” que no participa en estas elaboradas e intrincadas estrategias.
Esta elección, al haber empatado los calendarios electorales, por su volumen será la mayor de los últimos tiempos.
Quien hoy vaticine un triunfador para 2018, se equivoca.
En primer lugar, los consejeros del INE —ignorantes, ingenuos o perversos— tienen en la cabeza un México imaginario y torcido.
La fórmula que se maneja a la hora de asignar los recursos es que entre menos legitimidad tengas, mayor es la cantidad de recursos que necesitas.
No se ven por ningún lado lideres destacados que puedan enarbolar estas banderas de transformación.
Estas reformas son insuficientes, incompletas y no plantean una legitimidad real que se pretende.
“No nos vamos a detener, si el PRI cree que así resolverá están absolutamente equivocados”, reviró el dirigente nacional del PAN.
Hace falta que las voces discordantes sean escuchadas y tomadas en cuenta, porque un poco de autocrítica no le hace daño a nadie.
El dirigente nacional del PRI asevera que el presidente Enrique Peña Nieto no tuvo ninguna participación en la organización de su próxima Asamblea.
Si el cambio no se genera en el interior buscará su origen donde sea.
El ex dirigente nacional del PRI resaltó la importancia de que el tricolor recupere su identidad, en lugar de dedicarse a revisar estatutos.