Medio ambiente ¿Qué sería lo mejor?
Con este contexto, se imaginan ¿qué sería lo mejor que podría pasar si los líderes mundiales alinearan políticas a las emergencias ambientales, como la regeneración de los ecosistemas?
Con este contexto, se imaginan ¿qué sería lo mejor que podría pasar si los líderes mundiales alinearan políticas a las emergencias ambientales, como la regeneración de los ecosistemas?
La demagogia ha sido posible gracias al fracaso de las opciones partidistas. Hay un rechazo a nivel planetario a los políticos y sus partidos. También ese desprestigio afecta a la política misma y específicamente a la democracia.
Así en miércoles, el pasado no fue el gran día de fiesta para los estadounidenses, sólo se buscó cumplir la ley y algunos adornitos acompañaron el momento, el objetivo la toma como presidente de Joseph Biden.
Como ya se dijo todo sobre la toma de protesta del segundo presidente católico en la historia de EU, voy a centrarme en lo primero que pensé cuando vi la elegancia, la dignidad y el porte de Michelle Obama.
El nuevo presidente norteamericano, Joe Biden, llegó a su cargo después de una ardua campaña electoral, colmada de avatares. Cuando surgió como precandidato demócrata no parecía ser el líder que necesitaba la oposición.
El compromiso de defender y sostener el orden constitucional que da sustento y sentido a su desempeño, mediante el juramento solemne; y, segundo, la expresión de las ideas que dan forma y orientan esencialmente la gestión por realizar.
Actualmente, el tema de la seguridad, el de migración, acompañados de los aspectos económico-comerciales han ocupado el lugar central de la agenda.
Por si fuera poco, hace unos días llamó la atención la renuncia de Miriam Veras Godoy, responsable del programa de vacunación en México, sobre todo en una administración en el que han renunciado funcionarios públicos por desacuerdos.
Por qué aseguró que con su sola llegada a la presidencia terminaría la delincuencia organizada, y habría en México paz, orden y seguridad pública: para obtener votos y ser el vencedor.
Según el capricho, berrinche, rabieta, interés visceral del momento, las cosas cambiaban de un extremo a otro, de portarse como el gran amigo pasaba a ser el peor enemigo.
El incidente de la DEA ocurrió en un tiempo político de vacío institucional: el gobierno de Trump iba de salida y el de Biden había quedado atrapado en la telaraña del conflicto poselectoral.
La presencia del vicepresidente Pence y los líderes republicanos alimentan la institucionalidad. Trump se fue sin elegancia perdonando criminales y en una lluvia de autoelogios.
Se ha registrado un ánimo febril al ser muchas las personas que suspiran y enlistan para buscar un cargo de elección popular, perfiles disímbolos desde los políticos profesionales –por llamarles de alguna manera-, hasta quienes proceden de los deportes y del espectáculo.
Cuando todas las mañanas nos dicen que el país va bien, nos damos cuenta de que los vecinos del templo mayor viven en un mundo raro.
Un ejemplo, en el caso de México, es que en este 2020, las remesas, en vez de disminuir, hayan alcanzado la cifra récord de alrededor de 40 mil millones de dólares.
Después la larga salutación de los privilegiados, los que estaban, los que debían estar y los que querían estar. Como sea, la gente salía a las calles a saludar a su presidente.
Debido a la sana distancia, los habituales recorridos electorales que se hacían de una comunidad a otra –la mayoría de las veces por única y última vez– se perderán en la oscuridad de estos tiempos.
La Administración entrante comienza labores en un contexto global marcado por la emergencia sanitaria y por desencuentros, algunos rancios y otros frescos, en el país y en diversas regiones del mundo.
Los escenarios, el Teatro Esperanza Iris (hoy Teatro de la Ciudad) y la apoteosis en El Toreo de la Condesa (donde hoy está la tienda departamental El Palacio de Hierro).
El problema no es nuevo, es un clásico estudiado por la filosofía desde hace muchos siglos que se refiere a los criterios o parámetros (si es que los hay) que sustentan nuestras creencias.