Sin buenas noticias en la quinta ronda del TLCAN
Este proceso de negociación debe ayuda a generar, ahora sí, diversificar los mercados para los productos de nuestro país.
Este proceso de negociación debe ayuda a generar, ahora sí, diversificar los mercados para los productos de nuestro país.
Es necesario elaborar una nueva concepción del nacionalismo que no sea el “nacionalismo del mercado”.
La enorme desigualdad, el crecimiento exponencial de la pobreza y la concentración de la riqueza en una ínfima minoría nos acercan a un estallido social.
El TLCAN no debe ser visto como un tratado con fecha de caducidad o con límite de revisión.
Seguimos careciendo de autoridades serias y talentosas y, por ende, del ejercicio de una autocrítica honesta y eficaz.
Además, el TPP es de particular interés para nuestro país, pues en los últimos 25 años le apostamos todo al Tratado de América del Norte (TLCAN) “y éste llegó a su fin, ya hay capítulos ya finiquitados. Por esta razón creo que México debería tener un plan B y un C”.
La vecindad y la integración nos hacen corresponsables de lo que viven ambos países.
Se justificó que en materia informativa el Estado debe reducirse a su mínima expresión.
Las razones de nuestros socios son pragmáticas para cuidar de su economía, no de la nuestra.
Los sucesivos gobiernos mexicanos desde 1994, año del inicio formal del TLCAN, hicieron muy poco para diversificar paulatinamente los destinos de exportación de los productos mexicanos.
Lo peor que puede ocurrir es que los negociadores mexicanos quieran salvar a toda costa el tratado.
Debemos plantear correctamente los problemas para encontrar las soluciones adecuadas sin caer en espejismos milagrosos.
Las relaciones comerciales de México, Canadá y Estados Unidos podrán seguir de una u otra manera.
Todos aquellos rubros que no quedaron formalmente incluidos en el acuerdo trinacional, también serán afectados de manera indirecta por las leyes del mercado al no quedar protegidos por el Estado.
La relación comercial del TLCAN es una de las más importantes del mundo, pues transitan más de mil millones de dólares diarios en nuestro comercio tan solo con Estados Unidos.
El proceso de negociación parece extremadamente complejo en virtud de la beligerante actitud del presidente Trump.
El gobierno encabezado por Peña Nieto ha cometido todos los errores que se quiera, pero ni la discriminación o el racismo han sido política o espíritu de su sexenio.
Conferencia ¿Tiene futuro el Tratado de Libre Comercio de América del Norte?
Entrevista con José Antonio Valdés Peña / Jefe de Información de la Cineteca Nacional.
“Hay que revisar la letra chiquita en temas como derechos laborales o ambientales, porque puede abrir la puerta a una condicionalidad unilateral que busque imponernos castigos, que terminarían siendo aranceles”: Arturo Magaña/ Centro de Estudios Internacionales del Senado de la República.