El Estado español cojea por Cataluña
Cataluña es una solución ignorada por el centralismo español, o un problema que ya lanzó la bola de nieve del separatismo.
Cataluña es una solución ignorada por el centralismo español, o un problema que ya lanzó la bola de nieve del separatismo.
Puigdemont está convencido que no tiene respaldo internacional ni capacidad suficiente para controlar la economía regional, ya como país, y, mucho menos, las fronteras.
Lo peor del caso es que todo puede empeorar: los radicales independentistas podrían radicalizarse aún más. El futuro es desconocido. Ni los más reputados augures saben lo que pueda ocurrir.
Propugnan que el presidente de la Generalidad levante la suspensión de la declaración unilateral de independencia.
Una marcha que reivindica una vez más la unidad de España.
Pide un requerimiento a Puigdemont sobre la declaración de independencia y actuará según su respuesta.
Desde el PDeCAT se intenta suavizar las formas y hablan de una declaración simbólica sin necesidad de votar el texto.
La organización cifra la asistencia en más de un millón de personas, mientras que sólo 350.000 se concentraron el 11 de septiembre para pedir la independencia.
La posible separación catalana del resto de la madre patria ha desestabilizado por completo el régimen político y económico encabezado por el presidente Mariano Rajoy. César Arístides Ramos/Editor ejecutivo de Penguin Random House.
Sembraron el terror contra un pueblo pacífico y desarmado. Hombres, mujeres y niños que pusieron el cuerpo y lograron una enorme victoria de votar contra viento y marea: Carlos Aznárez/Periodista catalán Resumen Latinoamericano.
En el 1-0 todos perdieron en la península. El Gobierno español por un lado, y el de la Generalitat por el otro.
El President asegura que irá a cualquier reunión política que se le cite para resolver el problema que él y sus amigos del PP han creado.
Mariano Rajoy mandó sobre los catalanes a la Guardia Civil, y desató la violencia contra lo que hasta entonces habían sido manifestaciones pacíficas.
Ya no hay marcha atrás: es imprescindible meterle mano a la Constitución del 78, actualizarla para resolver problemas similares y otros que se presentarán en el futuro.
Esas dos formas contrapuestas de entender los usos democráticos se enfrentan por completo cuando los independentistas defienden la tesis de una legitimidad democrática.
El presidente español apunta que “sería un disparate” que se hiciera una declaración unilateral de independencia porque no hay censo, ni urnas, ni Junta Electoral”.
A principios de semana, Felipe VI y don Mariano recibieron una carta de los secesionistas y Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, en las que piden diálogo. Pero sin dar marcha atrás a la convocatoria para decidir.
El Govern “sólo obedece al Parlament, nueva legalidad de Cataluña…” expresa el president Carles Puigdemont, en un desafío a las normativas nacionales.
La Generalidad se marcó hasta el 15 de septiembre para enviar las notificaciones de designación para el referéndum ilegal.
En su discurso ha resaltado que la convivencia democrática es posible gracias a “muchos sacrificios” y a la “generosidad de todos”.