Piedras en el zapato de Trump
El caso Watergate se convirtió en una de las investigaciones más profundas de los medios de comunicación estadounidenses.
El caso Watergate se convirtió en una de las investigaciones más profundas de los medios de comunicación estadounidenses.
Este fenómeno político tiene que ser analizado en México, desde la ciencia jurídica, la economía y la política.
Mientras tanto, la Vieja Europa respiró tranquila, la extrema derecha (FN) no logró el poder en el Elíseo, lo que no quiere decir que desista de hacerlo en fecha posterior.
La democracia, como siempre, no acaba de asentarse en la casa de De Gaulle porque los intereses internacionales no lo permiten.
Los ultranacionalismos, el pensamiento xenófobo y los líderes irresponsables y carismáticos están lejos de ser vencidos.
La realidad nacional requiere más que copias de personajes y sistemas electorales.
Ella juega un papel significativo en la toma de decisiones y eso, de entrada, rompe con cualquier esquema machista.
Todos aquellos que votaron en la segunda vuelta en favor de Macron, también lo van a respaldar en el Congreso.
La canciller alemana ha vuelto este lunes a mostrar su alegría por la victoria de Emmanuel Macron en Francia.
En abierto desafío al Brexit, Macron aseguró que defenderá a Francia y Europa y se comprometió a combatir las “divisiones” en su país.
Como quiera que sea y quien quiera que triunfe en ese nuevo escenario electoral, nacionalismo y globalización vistos como dos directrices dicotómicas en el contexto planetario actual, en realidad representan dos caras de una misma moneda: la del disminuido capitalismo.
Tras el debate sostenido con su rival, Macron, acusó a la líder del Frente Nacional de propalar “fake news” o noticias falsas.
El futuro del pensamiento liberal será definido en la cuna de los derechos humanos.
Es probable que de aquí a dos semanas la unión de las demás fuerzas impida una vez más la llegada al Elíseo de quien basa sus propuestas en la xenofobia y el antieuropeismo.
Los perdedores siempre serán una mayoría que supera la del triunfador.
Aunque para la segunda y última ronda de votación las casas especializadas pregonan que Macron será el triunfador, las apuestas no están cargadas.
Las encuestas y sondeos de opinión ya no son indicadores confiables.
En este contexto, resulta lógico que la comunidad internacional estuviera pendiente del desarrollo de unas elecciones galas que no solo mostraban una importancia nacional, sino continental y hasta mundial.
Estas elecciones han sido una prueba total de que el pueblo francés ya está cansado de los partidos tradicionales.
Marine Le Pen, del partido Frente Nacional tiene un cercano 21%, pero sólo suficiente para pelear por una segunda vuelta que se realizaría el próximo 7 de mayo.