Mariano Rajoy sale, Pedro Sánchez entra ¿Hasta cuándo?
Todo esto debería ser una lección para México, que en cuestiones de corrupción no podemos, indudablemente, tirar la primera piedra, ni la última.
Todo esto debería ser una lección para México, que en cuestiones de corrupción no podemos, indudablemente, tirar la primera piedra, ni la última.
Reivindica el papel de Podemos en el ala izquierda: “Los españoles han jubilado el bipartidismo”.
Mariano Rajoy seguirá al frente del Partido Popular hasta que se elija un sucesor.
Con 180 votos de PSOE, Unidos Podemos, PDeCAT, ERC, PNV y Bildu, frente a los 169 votos contrarios y una abstención.
El PNV votará a favor de la moción tras prometer el candidato socialista que respetará los presupuestos del PP.
El PSOE intentará reunir 176 votos para echar al Presidente Rajoy tras la sentencia del “caso Gürtel”.
Para que salga adelante es necesario el respaldo al menos de 176 diputados. Unidos Podemos ya ha anunciado que la apoyará.
, Rivera se suma al pacto alcanzado por el Gobierno con el principal partido de la oposición, el PSOE de Pedro Sánchez.
Ambos líderes han pactado también mantener el control de las cuentas de la Generalidad.
El candidato a president ha reiterado en su discurso de investidura la voluntad de constituir una “república independiente”.
Pide un requerimiento a Puigdemont sobre la declaración de independencia y actuará según su respuesta.
Esta institución es la representante oscura sin saber de dónde proviene sus ingresos, de la derecha más retórica.
El panorama político se ve mejor y tiende a aclararse si Sánchez se mantiene enhiesto y trabaja duro y conscientemente para encontrar las bases con qué pelear por la Moncloa.
En la mente del nuevo líder está obligar a Rajoy a dimitir, hacer de España una Federación y fijarse más en las bases para tomar decisiones.
La disputa por el poder dentro de este partido terminó el dos de octubre pasado con la “dimisión” de Sánchez, luego de un tragicómico cónclave en el que fue derrotado en votación (133 a 107) de la cúpula del partido (los barones), que para algunos analistas representan la “nomenclatura” del viejo instituto político.