Ahogándonos en la realidad
Según la percepción ciudadana no se dicen los cómos concretos para resolver los problemas que vivimos como país.
Según la percepción ciudadana no se dicen los cómos concretos para resolver los problemas que vivimos como país.
El Estado fue creado para buscar el bien común y lograr la paz y la estabilidad social.
El ejercicio ha sido muy ilustrativo y nos da cuenta de que la corrupción es un problema multifactorial.
La “rabia social” tiene sustento y no se configura ningún escenario que nos permita advertir que esto cambiará en el corto plazo.
No reproduzcamos la tragedia de Sísifo. No seamos los eternos sufrientes de las incapacidades de los gobernantes.
Afectan a personas concretas y requieren reparaciones específicas y detalladas.
Los argumentos del tribunal o de los que votaron por el sí al Bronco le han dado el espacio en la boleta pero no la legitimidad para estar en ella.
Ninguno de los candidatos presidenciales tiene garantía de que los ciudadanos le otorguen la mayoría en las cámaras de Diputados y Senadores.
Los funcionarios y servidores públicos de todos los niveles deben estar sometidos al cumpliento irrestricto de la ley.
El desánimo hace que la corrupción siga creciendo y los ciudadanos ya no exijan castigos.
Ante los tigres que tenemos sueltos por el país, el de López Obrador resulta un gatito.
La PGR y las procuradurías locales no procuran realizar la labor social a la que están destinadas.
En esta guerra de quién lanza la acusación de corrupción más grande, se llevan entre las patas a los ciudadanos y sus instituciones.
México se sitúa como el país peor evaluado en materia de corrupción del G20 y de los países miembros de la OCDE.
Hacer inteligencia y contrainteligencia sobre los riesgos y peligros que corre la nación y sus instituciones no es capricho de gobiernos en turno.
Los graves problemas que padecemos se han vuelto una pesada carga que por omisión o evasión hacemos como si no existieran.
Todos nos damos cuenta, excepto las autoridades encargadas de brindar los bienes o servicios públicos para los cuales fueron contratadas.
Hay mejoras, pero en la realidad observamos que no existen las condiciones de igualdad y oportunidad para todos.
Se probará la fortaleza de nuestro sistema jurídico, la de las cuestionadas instituciones que tenemos y sobre todo la participación ciudadana.
Millones de spots en radio y televisión solo hacen que se caiga en un torbellino de ruido, que muy difícilmente puede configurar un espacio de propuestas.