La supervivencia política de Theresa May
Superar la moción de censura no cambia nada en el espinoso asunto del acuerdo del Brexit que continúa sin respaldo parlamentario suficiente.
Superar la moción de censura no cambia nada en el espinoso asunto del acuerdo del Brexit que continúa sin respaldo parlamentario suficiente.
El escenario inglés es complicado y entre más pasan las horas, más se complica.
El euro se convirtió en una solución común al múltiple manejo de divisas en Europa, además de ser un elemento fundamental para la integración de ese continente.
El pasado domingo 24 de septiembre los alemanes fueron a las urnas y decidieron, como ya apuntaban todas las encuestas, que la canciller Merkel siguiera al frente del gobierno.
Al ser un país angloparlante, Irlanda puede resultar atractivo para los inversionistas que buscan emprender en Europa, además de ofrecer solidez frente a posiciones como el Brexit.
Entrevista con Alberto Bautista/Universidad La Salle. El gobierno de Donald Trump ha tenido un acercamiento con Rusia a tal grado que la OTAN podría quedar en entredicho.
Trump se dirigió específicamente a Alemania como si fuera un país problemático, y lo hizo con un tono de abierta hostilidad política.
La alternancia es y seguirá siendo una de las mayores expresiones de la democracia.
Como suele suceder en las grandes jugadas internacionales, esta ocasión no podía ser la excepción. En los pequeños detalles –como movida de ajedrez de gran maestro–, se encuentra al diablo.
No hemos visto un flujo de británicos que estén buscando establecerse en Irlanda, en busca de abrazar a la Unión Europea.
Los principales procesos políticos europeos tienen en juego factores comunes, por ejemplo, las políticas sobre inmigración y los refugiados, temas que atraviesa todos los escenarios.
Si el resultado es positivo, no cabe duda que la extrema derecha europea se abrazará a Trump para alcanzar el poder.
Desde entonces a la fecha, todo es incertidumbre, ya que May, que asumió en julio pasado, no ha convocado el famoso artículo 50 del Tratado de Lisboa, que inicia formalmente un período de negociaciones de dos años, para la retirada de un país comunitario.
El Brexit ha supuesto el último clavo —por ahora— en el ataúd de los logros británicos y, dentro de sus consecuencias inmediatas, aparece la noticia de que en adelante los colegios del Reino Unido exigirán que los padres declaren cuál es la nacionalidad de los niños.