Revista Siempre 3688
Edición correspondiente al 18 de febrero de 2024
Edición correspondiente al 18 de febrero de 2024
Viendo cómo el influencer Samuel García pide que lo presenten anteponiendo a su nombre el apodo de “doctor” y presume tener tres de esos rótulos -perdón- de esos títulos, me acuerdo de lo que decía mi abuela…
“durante el ciclo electoral de 2016 en Estados Unidos, los medios estatales rusos difundieron desinformación a favor de Donald Trump y en contra de Hillary Clinton, según reveló el Comité de Inteligencia del Senado estadounidense”.
Este dato, de acuerdo con Statista, se complemente con los más de mil millones de lectores de eBooks vendidos hasta el año que está por terminar.
El sector empresarial ligado a esta tecnología involucra a empresas con una enorme influencia en la economía como Microsoft, Google, Apple, entre las más importantes, aunque existen cientos de pequeñas compañías vinculadas al desarrollo de alguna aplicación…
Una breve búsqueda en la más grande red de videos nos dará una idea de la cantidad de trabajos que se han producido y difundido sobre este particular, incluso mezclando con recuerdos de muchas personas que aseguran haberlos visto, algo que no es totalmente confiable, pero que forma parte de esta tendencia.
Pero ahí están, jode y jode todo el santo día metid@s en los chats, opinando de todo y copian cuanta mugre informativa encuentran al navegar por sitios innombrables.
En meses recientes, en TikTok, se encontraron videos que, gracias a la Inteligencia Artificial, presentaban videos de víctimas de asesinatos u otros crímenes, a manera de testimonios de lo que les sucedió.
Las carreras de Comunicación y de Periodismo de las universidades egresan profesionistas a borbotones y de éstos, la gran mayoría quiere hacerse ricos de la noche a la mañana. Muy pocos lo logran, por cierto.
Y es que, a partir de la llegada de Musk, dicha red ha visto como vuelven los mensajes racistas, con discursos de odio y de representantes de extremismos, vaya, hasta Donald Trump pudo recuperar su cuenta –a lo que no le dio importancia, por el momento, pero veamos que sucede conforme se acerque la fecha de la siguiente elección presidencial–.
Aclaro que el término “abrasivo” no tiene nada que ver con el amatorio gesto de los abrazos que promueve Andrés Manuel para con los criminales, desde el inicio de su sexenio.
También, aunque con menos noticias al respecto, se dieron avances en la fusión nuclear en la búsqueda de nuevas fuentes de energía que ayuden a resolver el tema del calentamiento global.
A pesar de los evidentes avances de la ciencia y la tecnología, aún hay personas que se niegan a aceptarlos, no obstante que usen sus celulares y la conexión a Internet para hacerlo.
Como si fuera una religión, pues cada acción o frase que emiten se convierte en un acto de fe, estos grupos se mantienen activos en estos foros y tratan de defender sus posturas, a pesar de las evidencias en contrario.
Es delicado todo esto. En primera instancia, no tenemos las pruebas de quienes están dirigiendo o codirigiendo este tipo de ataques, sí existen, puedo confirmarte que sí existen, sí hay una línea, hay un grupo de cuentas, pero estas cuentas son anónimas o marionetas que no sabemos no quienes están detrás de ellas en Twitter o Facebook.
Y es que se trata de una serie de empresas que gracias a la popularidad de la que gozan y del número de usuarios, pueden llegar a valer –como hemos visto en los ejemplos arriba comentados– miles de millones de dólares y ser un atractivo bocado para otras compañías que buscan expandirse o hacer más negocios.
Desde los primeros minutos de la movilización rusa, tanto las cadenas internacionales de noticias como las redes sociales, nos enteraban de los pormenores de lo que sucedía en dicha región del mundo, a la vez que podíamos leer o escuchar desde opiniones de especialista.
Ya en YouTube algunos cineastas presentaban cortos de distintas temáticas, como es el caso de la producción de 21 minutos de ciencia ficción Rakka.
Internet se ha convertido en una herramienta indispensable para las personas, ya sea para estar en contacto con familiares y amigo, para cuestiones de trabajo o para informarse de lo que pasa en un mundo al que todavía no podemos salir.
En redes sociales, cotidianamente somos testigos de cómo se han encumbrado personajes que, antes que nada, exhiben y presumen sus limitaciones, dejando de lado los conocimientos, algo que parece estorbar en sus participaciones.