La vergüenza
Habló para defenderse ella misma. Nada más. Para victimizarse, como si no hubiera millones de mexicanos que viven, en pobreza, una verdadera tragedia.
Habló para defenderse ella misma. Nada más. Para victimizarse, como si no hubiera millones de mexicanos que viven, en pobreza, una verdadera tragedia.
La frase “olvido no, perdón sí”, ya agitó el avispero. Ojalá y las avispas no terminen picando al apicultor.
Beatriz Pagés entrevistó en 1991 a Fidel Castro. Texto completo.
Su liberación, por lo tanto, no sorprende. En enero de 2018, Fernando González, yerno de la lideresa, y en mayo del mismo año, uno de sus operadores más cercanos, Rafael Ochoa, hicieron público el apoyo del magisterio a Morena y López Obrador.
Si el PRI tuviera clara su misión dentro del nuevo escenario político, habría asumido, ya, una posición crítica frente a las innumerables señales —dadas por los colaboradores del lopezobradorísmo— en contra de la democracia, el federalismo, los derechos humanos y las instituciones.
La preocupación de Siempre!, como la de muchos medios de comunicación, tiene que ver con el futuro de la prensa libre.
¿A quién va a beneficiar la austeridad republicana? ¿A los más pobres o a quienes ya entienden a Juárez como la reinvención del porfiriato?
En el marco de la derrota histórica que sufrió el PRI, René Juárez lanzó el dardo: “Tenemos que construir un partido diferente”.
Todo el país y su destino a cambio de permanecer impune. Ese parece haber sido el mensaje que dejó el arrollador triunfo de López Obrador.
Ha pintado un horizonte con profundas expectativas. Poner fin a un sistema es mucho más que una alternancia.
Llama la atención que un ejercicio de reflexión que hace Krauze haya sacado de sus casillas a López Obrador.
¿No que los mexicanos estamos hartos de los políticos corruptos? El electorado tendrá que decidir entre la ignorancia de López Obrador y la capacidad de Meade.
López Obrador, de ganar, va a tener que enjuiciar a Peña Nieto. Las bases sociales de Morena van a exigir a toda costa la purga del régimen.
López Obrador ha tratado de crear la percepción de que fue injustamente inculpada y de que ahora es una perseguida política. El caso de Nestora no está cerrado. Hay varios expedientes abiertos en su contra por secuestro, violación y tortura.
Si López Obrador y sus fanáticos seguidores están tan seguros de que su salud está al cien por ciento, ¿por qué se oponen a hacer público su expediente médico? ¿Qué ocurriría si Anaya es culpable de lavar dinero, gana las elecciones y días después tiene que ser aprehendido?
Si la renuncia es parte de un movimiento de ajedrez esa medida será insuficiente si no es acompañada de decisiones contundentes.
Quienes hablan de López Obrador como si ya fuera presidente y piensan, a la vieja usanza mexicana, que van a poder entenderse con él, se equivocan. Se está concediendo a un tirano el beneficio de la duda, cuando de lo que menos duda tiene el tirano es de ejercer despóticamente el poder.
¿Para qué o por qué Meade tendría que rendirse ante un Victoriano Huerta? ¿A quién le serviría esa declinación? No se engañen los asesores presidenciales: Anaya sería un verdugo implacable.
Quienes se erigen como conciencia electoral están por lograr que a México no le quede entre un dictador, como López Obrador, y un hombre de muy pocas lealtades, como Anaya. Meade carga con el desprestigio del PRI y los fracasos de este sexenio y no le favorece aparecer como la continuidad de lo que la gente rechaza.
A la exdelegada de Tlalpan le da risa la tragedia humana. Una guerra que ha provocado miles de muertos, innumerables víctimas directas e indirectas del delito. Claudia Sheinbaum y Alejandra Barrales, son meras representantes de dos mafias que se disputan el botín político y financiero más importante de la nación: la capital del país.