¿Retorna la izquierda en Latinoamérica?
Lo mismo sucedía en Centroamérica, donde los exguerrilleros del FMLN triunfaban en dos elecciones presidenciales salvadoreñas, en 2009 con Mauricio Funes y en 2014 con Salvador Sánchez Cerén.
Lo mismo sucedía en Centroamérica, donde los exguerrilleros del FMLN triunfaban en dos elecciones presidenciales salvadoreñas, en 2009 con Mauricio Funes y en 2014 con Salvador Sánchez Cerén.
Trump no acaba de irse porque la propuesta de impeachment, que lo inhabilitaría para ser nuevamente el candidato de los republicanos probablemente no será aprobada en el Senado, ya que 45 de los 50 senadores republicanos se opusieron a la propuesta, que sí había aprobado la Cámara de Representantes.
Los fanáticos que tomaron el Congreso dieron testimonio de que el racismo multisecular de un segmento importante, ¿la mayoría?, de la sociedad estadounidense persiste.
Trump se empecinó en lo contrario y vociferó declarándose víctima de un gigantesco fraude, multiplicando demandas ante tribunales y presiones sobre sus correligionarios republicanos, para invalidar los resultados.
Hay, asimismo, villanos: las legiones de irresponsables entre la población de múltiples ciudades del mundo, que, al no guardar regla alguna para evitar contagios, se contagian y contagian a otros.
Lo que es alarmante, aunque nos tranquiliza el hecho de que las instituciones de la democracia funcionan y de que la mayoría de quienes las dirigen actúan honestamente, por lo que tenemos que admirar a ese gran país.
Somos testigos, consternados y alarmados, de que, a pesar del triunfo, amplio e indiscutible de Biden, el presidente vocifera diciéndose víctima de un gigantesco fraude en los comicios y azuza a sus votantes, casi 73 millones.
Las informaciones y comentarios sobre la elección en Estados Unidos son interminables, así que me concreto a los que más me interesan, empezando por la personalidad de Kamala Harris, la vicepresidenta.
Solo por el hecho de que el profesor, para hablar a sus alumnos de la libertad de expresión les mostró las caricaturas de Mahoma que la revista satírica francesa Charlie Hebdo publicó en 2015.
Al lado del suceso concreto y de la frágil paz que se negocia, Azerbaiyán adquiere importancia porque su gas llegará Grecia, Albania e Italia a través de un gasoducto de 4000 kilómetros, que cruza Anatolia pero no corre a través de Ucrania y el Báltico.
Está igualmente ausente el Estado de Derecho en una legión de países de menor —a veces insignificante— peso en Asia, África y América Latina, como son Nicaragua, padeciendo al sátrapa sandinista Daniel Ortega, Filipinas con Duterte, un demente que ordena asesinar a presuntos traficantes de drogas, y Mali -hoy mal saliendo de un golpe de Estado y víctima de una filial de Al-Qaeda.
Además, Claver-Carone, halcón político, obsesivo anticastrista y opositor a la Venezuela de Chávez y Maduro, fue postulado por Trump a título de moneda de cambio por los votos de Florida que el senador republicano Marco Rubio.
Desde su creación la institución financiera ha estado presidida por un latinoamericano —cuatro hasta ahora—, entre ellos el mexicano Antonio Ortiz Mena, asignándose la vicepresidencia a un estadounidense.
El documento, que se firmará en Washington “en un futuro no distante” quiso ser bautizado como “Acuerdos de Abraham”, en alusión al pacto que, según la Biblia, libro del Génesis, suscribió Dios con Abraham.
También hay comentaristas que, con buenas razones, le califican de dictador, como la famosa periodista Masha Gessen, quien dijo que Trump era no solo un demagogo y un indecente oportunista, sino el primer hombre que se postuló para ejercer de dictador de Estados Unidos.
La iniciativa, sin embargo, ha sido objeto en Occidente de descalificaciones politiqueras en España, identificándola con el partido al que pertenece el presidente que la promovió, además de que no ha tenido el impacto que merece.
El mandatario mexicano se está jugando un albur al aceptar la invitación “convocatoria” de Trump, con el pretexto de festejar la entrada en vigor del T-MEC, festejo que era innecesario y al que declinó participar el primer ministro Justin Trudeau, de Canadá, el otro país parte del tratado.
La aplicación del acuerdo privaría a los palestinos de un real Estado y los confinaría en una suerte de bantustanes –las reservas en las que se confinaba a los negros en la época de apartheid en Sudáfrica—.
Las protestas han tenido lugar en por no menos de 140 ciudades de Estados Unidos, y cuentan con el apoyo de 7 de cada 10 estadounidenses. Se han organizado, asimismo, manifestaciones en múltiples ciudades del mundo.
Las controversias entre Israel y los países musulmanes en el período que menciono, son ocasionalmente paliadas por acuerdos puntuales que el pragmatismo de Tel Aviv y de algunos de los gobiernos islámicos han alcanzado.