¿Israel contra el Estado Palestino?
El optimismo de Biden sobre la inminencia de una tregua no parece ser, como digo, el de los contendientes: según un alto cargo del gobierno hebreo, “sorprendieron” a Netanyahu…
El optimismo de Biden sobre la inminencia de una tregua no parece ser, como digo, el de los contendientes: según un alto cargo del gobierno hebreo, “sorprendieron” a Netanyahu…
El saldo de innumerables víctimas y rehenes, solo en ese día fue de 1200 muertos, hombres, mujeres, niños y bebés, más de 1500 heridos y más de 240 secuestrados.
“Ya lo vivimos con Hitler, con el nacionalismo serbio, con el genocidio en Ruanda, con la criminal y absurda política de exterminio mutuo entre palestinos e israelitas”.
Todas las arbitrarias invasiones y anexiones de Israel son muy graves y han reducido el territorio palestino a unas cuantas manchas, donde sus habitantes viven diariamente bajo el terror de las tropas israelitas.
Las acciones del grupo terrorista que detenta el poder en Gaza, habría contado -según fuentes informadas- con el apoyo clave en su preparación y ejecución, de Irán, la teocracia igualmente fanática, que las celebró con bombo y platillos.
Además de que ambos -según fuentes estadounidenses- abordaron el tema de la reforma judicial y Biden habló con su interlocutor de “los valores democráticos, entre ellos el equilibrio de poderes”, que comparten Estados Unidos e Israel.
Además, el asesinato del periodista no es el único en un régimen que, aplicando la pena capital a desafectos y otras víctimas, alcanzó ya un récord mundial, solo atrás de China y de Irán…
El gobierno de Netanyahu está, además, masacrando jurídicamente —me permito esta expresión— al proyecto de dos Estados, el de Israel y el palestino, vecinos conviviendo en paz y armonía, avalado por Naciones Unidas
Para mi, además de la guerra de Putin contra Ucrania, la rivalidad entre Washington y Pekín, política, económica, de provocaciones y “líneas rojas”: Taiwán, “parte indisoluble de China o país independiente y soberano”…
El escenario internacional también es turbulento si nos asomamos a Estados Unidos y su democracia, que junto con las instituciones derivadas de la Ilustración y la Revolución Francesa, ha conformado la democracia occidental.
¿Podrá llegar a tener presencia en este escenario Latinoamérica, los gobiernos socialdemócratas -la Marea Rosa, conducida por Chile, Argentina, Brasil, Colombia, y México si el presidente se deja asesorar por los que entienden de política exterior?
Este levantamiento pacífico, llamado la revolución del jazmín, pronto, el 15 de enero, cobró su primera víctima en el propio Túnez: Zine El Abidine Ben Ali, el corrupto dictador, con una fortuna de 10 mil millones de dólares.
Se trata de pactos “contra natura”, según los adversarios de los partidos y movimientos que se coaligan, porque -afirman- pretenden unir a ideologías absolutamente incompatibles y a enemigos irreconciliables.
De la información y los comentarios de mi extenso artículo se desprendía que el príncipe ordenó el asesinato, cometido por sus esbirros, con precisión brutal de un carnicero y, al mismo tiempo, fina de un forense.
El documento, que se firmará en Washington “en un futuro no distante” quiso ser bautizado como “Acuerdos de Abraham”, en alusión al pacto que, según la Biblia, libro del Génesis, suscribió Dios con Abraham.
La iniciativa, sin embargo, ha sido objeto en Occidente de descalificaciones politiqueras en España, identificándola con el partido al que pertenece el presidente que la promovió, además de que no ha tenido el impacto que merece.
“Irán ha retomado de lleno su programa nuclear dejando de lado los compromisos que tenía en el acuerdo con las 6 potencias de la Unión Europea y se habla de que en un año Irán tendría un arma nuclear terminada”.
La OTAN y Estados Unidos tienen clara la radiografía geopolítica del área; lo mismo ocurre con Rusia, cuya cercanía geográfica invoca para ejercer su hegemonía.
La postura adoptada por la administración Trump converge en la práctica y en la retórica con la del gobierno de Israel encabezado por Benjamín Netanyahu, opuesto desde siempre al pacto que permitiría a Irán recuperar importantes sumas de dinero, además del retorno de las inversiones foráneas y la normalización de sus lazos internacionales tras años de aislamiento y hostilidad.
La paz la conseguirán aquellos israelíes y palestinos anónimos que, teniendo todas las razones para odiarse, se niegan al cruel destino que sus líderes les designan y salen a la calle a hacer lo correcto.